UPDATE al "Transporte Público en el DF"

OK... los meses han pasado, y ya estoy listo para seguir hablando del transporte público en el DF ahora que lo he probado todo. Empecemos por mi favorito: el Sistema de Transporte Colectivo Metro... inigualable manera de viajar por las entrañas de la bella capital mexicana, no no no, bellísimo, colorido, pintoresco y folclórico. No hay nada mejor que (imaginen el tono naco de merolico) "lleve su disco de éxitos instrumentales, en formato mp3, solo 10 pesitos, 250 bellas melodias"... y parece que todos los ciegos de la ciudad hicieron del metro su lugar de trabajo, porque en cada parada se sube uno con una mochila sónica a cuestas o una singular guitarrita. Eso de las mochilas sónicas me pareció una de las mejores ideas, que probablemente sea 100% mexicana, porque ese ingenio de meterle una bocina a una mochila, que funcione con baterias y que además se pueda conectar a un discman, no tiene precio... lo mejor de todo, y esto es en serio, es el olor... 100% típico del Metro, la primera vez que me subí, tuve un flashback al metro de Paris, huelen idéntico, no se si son los frenos, el aire tratado o qué, pero me transportó a la cité des lumières y me recordó mi viajecito... el Metro tiene de todo, dentro de tí surge una mezcla de miedo, asco, curiosidad y en mi caso, felicidad... miedo del pasajero de al lado, que no sabes si es un amable trabajador o un carterista, asco de tocar los tubos... jaja, curiosidad de ver cuanta gente rara hay y felicidad porque... pues porque no se, pero me gusta, jaja. Esa entrada a la estación donde te vuela el pelo por la corriente, las miradas escondidizas o perdidas de la gente, la velocidad, la emoción... no sé porqué la gente sólo lo ve como un medio de transporte, pero por lo menos yo, lo veo como una aventura... ¡¡¡¡¡y todo por sólo 2 pesos!!!!!
Y ahora pasando a los camiones, peseros, rutas o cafremóviles, pero ahora desde el punto de vista de un usuario: Divertido... folclórico, igual que el Metro... no sé si sea la música del conductor, las estampas de la "santa" muerte, los colguijes del espejo retrovisor, la poca, o mucha hablidad del operador, la palanca de velocidades siempre colorida y kitsch... pero por lo menos para mi, first timer, fue otra aventura.